Queremos que el cristianismo vuelva al Nuevo Testamento y a la vida que leemos en el Libro de los Hechos. Tenemos que salir a predicar el evangelio, sanar a los enfermos, expulsar demonios y ser guiados por el Espíritu Santo como leemos allí. Es hora de que empecemos a obedecer las palabras de Jesús y hacer discípulos de todas las naciones.